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Arquitectos: BLAF Architecten
- Área: 190 m²
- Año: 2015
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Fotografías:Stijn Bollaert
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Esta casa es una de las residencias experimentales por las que BLAF architecten es conocida, pues es parte de su investigación llamada "Brick Wall City", que aborda la relación precisa entre el material, la construcción y la apariencia de la arquitectura de ladrillos. Desde la introducción de las normas de rendimiento energético 'EPB' en 2006, el aislamiento térmico en las pieles de los edificios se volvió gradualmente más grueso, lo que provocó un cambio hacia materiales de revestimiento de fachadas ligeras y de bajo costo, lo que significó una evolución hacia las baldosas de ladrillo como 'papel tapiz exterior'.
BLAF advirtió en una etapa temprana que un método de construcción con capas pegadas entre sí conduciría a la imposibilidad de separar los materiales al final del ciclo de vida del edificio, lo que resultaría en enormes cantidades de residuos no reutilizables.
Además, en cuanto al diseño, esta evolución conduce a una nueva estética, con expresiones tectónicas que ya no se deben considerar como resultado de apilar ladrillos, así como una posición recalibrada del arquitecto hacia el diseño de la elevación del edificio. Las consideraciones de BLAF sobre el diseño y la construcción de ladrillos han llevado a una serie de casas de ladrillos, explorando la construcción híbrida y el desarrollo del nuevo "Big Brick". La casa gjG es una de las primeras casas de esa serie, en la que los arquitectos exploran la reutilización de ladrillos y la forma del caparazón en función de su autonomía.
La casa gjG parece estar ubicada en un entorno residencial similar a un bosque, mientras que en realidad, se encuentra justo al lado de la autopista E17 en Gante, en una parcela que solía ser parte del jardín de una mansión de finales del siglo XIX.
La carcasa de ladrillo curvada tiene múltiples motivos. En primer lugar, la casa se iba a construir en una parcela con árboles. En lugar de cortar los árboles, la casa se diseñó para encajar entre ellos. En segundo lugar, la forma del caparazón le permite ser estructuralmente autónoma. La estabilidad de la pared exterior de ladrillos no depende de las paredes transversales, columnas o vigas, sino simplemente de su forma y la unión de los ladrillos.
En tercer lugar, la masiva envolvente de la casa contribuye al confort acústico en el interior. Al estar hecha de ladrillos reutilizados, crea una estética genérica y atemporal. La fachada sostiene el techo y juntos forman una "campana", con un espacio interior receptivo. El relleno de la campana es la casa, hecha con estructuras de acero y madera, haciendo tres pisos en un área y un espacio abierto en otra área. El interior de la envolvente está terminada con los mismos ladrillos reutilizados, creando la idea de un espacio exterior entre los árboles.